7 amenazas importantes para el sector de la aviación

November 16, 2023

Las aerolíneas comerciales transportaron más de cuatro mil millones de pasajeros en 2023 y produjeron $600 mil millones en ingresos a nivel mundial. Además, se espera que la demanda de viajes aéreos aumente hasta los 9.800 millones en este 2024, según la IATA.

Aun así, para mantenerse al día con los cambios regulatorios, pero por sobre todo, con las tendencias de los consumidores, dirigidas por el clima recesivo macroeconómico mundial y seguir siendo rentables, las aerolíneas comerciales deben administrar estos ocho peligros, muchos de los cuales aún se están desarrollando y emergiendo mientras lees este contenido.

Falla del sistema e infraestructura tecnológica anticuada

Los ejemplos desafortunados que se han experimentado en la industria aeronáutica demuestran cómo incluso las fallas más pequeñas en los sistemas de una aerolínea puede tener implicaciones atroces, tanto en términos financieros, regulatorios e imagen de marca.

Por ejemplo, la interrupción de la red de Delta a fines de enero de 2017 resultó en al menos 270 cancelaciones de aviones y numerosos retrasos, significando una perdida de +100 millones de dólares. Todo, debido a un problema que afectó su sitio web y aplicaciones móviles.

Esto siguió a una interrupción mucho peor para Delta en agosto de 2016 debido a un incendio en el equipo. En ese caso, la aerolínea perdió $150 millones de dólares en ingresos debido a los 2.300 vuelos proyectados que tuvieron que ser cancelados.

Un mes antes, Southwest Airlines experimentó una falla de enrutador que causó mal funcionamiento en cascada en sus sistemas, lo que resultó en la cancelación de 2.000 vuelos, lo que costó a la empresa entre $54 millones y $82 millones de dólares en ingresos perdidos y costos adicionales.

Así mismo, se estima que Southwest perdió entre $5 millones y $10 millones de dólares en ventas de boletos porque la falla desactivó las aplicaciones de reserva en línea. Por otro lado, el costo de imagen, la psicología de los consumidores es incalculable.

Estos incidentes, junto con los más recientes, demuestran el peligro de  intentar construir nuevos programas sobre una infraestructura obsoleta.

Como en muchas industrias, la tecnología subyacente que respalda las operaciones diarias de muchas aerolíneas tiene décadas de antigüedad y necesita urgentemente una revisión, pero los costos asociados con hacerlo han impedido actualizaciones muy necesarias.

Sin embargo, los avances tecnológicos en Big Data, IA, Machine Learning y Cloud Computing han generado que las barreras de entradas a estas actualizaciones completa de los sistemas hayan disminuido sustancialmente.

2) Escasez de pilotos

La creciente demanda de vuelos junto con una disminución en el número de pilotos calificados está generando una escasez de pilotos preocupante.

Situación que está generando una preocupación en los líderes de la industria a que la recuperación, y subsecuente crecimiento de la industria luego de los impactos negativos del COVID-19, se vea obstaculizada.

Por el lado de Boeing, la compañía proyecta que en los próximos 20 años, la industria de la aviación requerirá 754.000 nuevos técnicos de mantenimiento y 790.000 nuevos pilotos.

"En los próximos diez años, más del 42% de los pilotos de las aerolíneas se retirarán. Con un 50% de todos los pilotos en edad de retirarse, la situación es preocupante".

Además, las empresas de aviación del sector privado tienden a reclutar a pilotos altamente calificados que anteriormente estaban en la Fuerza Aérea, pero incluso la Fuerza Aérea tiene una escasez de aproximadamente 2.000 pilotos hasta finales de 2018,

Así mismo, los subsectores más afectados serán las aerolíneas privadas y empresariales, ya que las aerolíneas comerciales, con frecuencia, pueden proporcionar salarios más competitivos y horarios de vuelos más regulares.

3) Cambio climático

El clima afecta significativamente la capacidad de mantener los itinerarios de vuelos a tiempo. En el pasado, la estacionalidad permitió a las aerolíneas predecir algunas cancelaciones.

Así pues, es realista anticipar que algunos vuelos a Florida durante la temporada de huracanes serán cancelados y que viajar al norte de América y Europa durante el invierno se verán obstaculizados por tormentas de nieve.

En el pasado, las aerolíneas podían planificar esos eventos y prepararse para absorber el impacto negativo. Pero los efectos del cambio climático han hecho que la planificación sea un ejercicio casi inútil.

El calentamiento global ha dado lugar a tormentas más frecuentes y severas, lo que significa más interrupciones y más largas para los viajeros. El calor extremo también es un problema. Cuando el aire está demasiado caliente, los pilotos no pueden lograr suficiente elevación para despegar de manera segura.

"Según Climate Central, los cinco años más cálidos registrados han ocurrido desde 2010. El calor seguirá siendo un factor que mantendrá los aviones en tierra".

Por si fuese poco, los cambios de temperatura más volátiles y los patrones climáticos también están dando lugar a más turbulencias.

Por su lado, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Reading en el Reino Unido, el volumen de turbulencias severas se duplicarán en el espacio aéreo sobre América del Norte, el Pacífico Norte y Europa entre 2050 y 2080. Sobre el Atlántico Norte en particular, la turbulencia severa será tan común como la turbulencia moderada hoy en día.

Las aerolíneas también están bajo presión para desarrollar formas de ser más eficientes en combustible y reducir su huella de carbono.  Esto debido a que la industria de la aviación es responsable del 2 al 5% de las emisiones globales.

4) Volatilidad del precio del petróleo

Alrededor del 30% de los gastos totales en el sector de aviación son del consumo de combustible fósil. Por lo que, es de esperarse que la volatilidad de los precios del petroléo represente un impacto comercial y logística significativo en el sector aeronáutico.

En los últimos 10 años, el precio por barril cayó desde un máximo de $126 en 2011 hasta un mínimo de solo $36 en 2016. A fines de enero de 2019, el precio se sitúa en $52 por barril.

Si bien la naturaleza cíclica de los precios del petróleo no es un riesgo nuevo, las fluctuaciones rápidas se han vuelto más pronunciadas en las últimas décadas y seguirán siendo una exposición de riesgo difícil de manejar.

"Esa es una cantidad significativa de riesgo que está fuera del control de una empresa aérea individual. Incluso las estrategias de cobertura no pueden compensar completamente su vulnerabilidad a períodos prolongados de altos precios del petróleo". Según The Motley Fool.

Se estima que un aumento de solo $1 por barril de petróleo puede costarle a la industria aérea global mil millones de dólares adicionales al año.

5) Daño reputacional

El daño a la reputación en la industria de la aviación puede tener repercusiones significativas debido a la naturaleza altamente visible y socialmente compartida de los incidentes.

Cuando surgen problemas que involucran a pasajeros, ya sea por confrontaciones entre pasajeros y tripulación o por desalojos forzosos, la rápida difusión de información a través de las redes sociales y los medios de comunicación puede amplificar el impacto negativo.

Además del daño financiero directo, como la pérdida de valor de mercado de la empresa, estos incidentes pueden socavar la confianza del público en la seguridad y la calidad del servicio de la aerolínea, lo que podría resultar en una disminución de la demanda de sus servicios a largo plazo.

Por lo tanto, es crucial para las aerolíneas tener planes de respuesta de comunicaciones claros y efectivos en su lugar para mitigar el daño a la reputación y restaurar la confianza del público.

Por ejemplo, un médico de Kentucky a bordo de un vuelo de United Airlines que fue violentamente retirado cuando la aerolínea se dio cuenta de que había sobrevendido y necesitaba "reubicar" a algunos pasajeros, pero nadie se ofreció como voluntario. Las imágenes del Dr. Dao ensangrentado siendo arrastrado por el estrecho pasillo del avión se difundieron por las redes sociales como un reguero de pólvora, y la reacción poco sincera del CEO de la compañía, Oscar Munoz, no ayudó.

Este incidente significó que el valor de mercado de United se deterioró en aproximadamente $250 millones.

Desde entonces, ha habido innumerables casos en los que las disputas entre los pasajeros y el personal o la evacuación violenta se documentan y se transmiten en línea. Si bien los miembros de la tripulación ocasionalmente han sido criticados por ser impulsivos o implicados, en otros casos, sus intenciones de acercarse a los pasajeros han sido etiquetados como racistas.

Estos incidentes subrayan la importancia de tener un plan de respuesta de comunicaciones claro en su lugar. Los incidentes no siempre se pueden evitar, pero la forma en que una empresa responde puede determinar si la historia desaparece en un día o causa un impacto a largo plazo en el resultado final.

7) Problemas con el gobierno de EEUU

Estados Unidos representa, solo por su cuenta, un total de $103 mil millones de dóalres de ganancias anuales del sector aeronáutico.

Por lo que, el impacto de un cierre del gobierno de EEUU en la industria de la aviación puede ser significativo y multifacético.

Durante un cierre, la disminución de la disponibilidad de empleados gubernamentales y contratistas puede afectar tanto a la seguridad como a la eficiencia de las operaciones aéreas. La reducción de la fuerza laboral de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) y los controladores de tráfico aéreo puede resultar en retrasos y cancelaciones de vuelos debido a la falta de personal para realizar controles de seguridad y gestionar el tráfico aéreo.

En términos financieros, el cierre del gobierno puede provocar una disminución en los viajes de negocios y de placer, lo que afecta los ingresos de las aerolíneas.

Además, la incertidumbre política y económica asociada con los cierres del gobierno puede afectar la confianza del consumidor y los inversionistas en la estabilidad a largo plazo de la industria de la aviación.

Los recientes cierres de gobierno demostraron que un gobierno federal no funcionando tiene implicaciones significativas para la seguridad, la productividad y la rentabilidad de las aerolíneas. Es probable que el impacto de un cierre del gobierno nunca haya sido una preocupación principal para los administradores de riesgos de las aerolíneas en el pasado.

Southwest Airlines estimó que perdió hasta $15 millones en enero de 2019 debido al cierre . Delta dijo que los ingresos perdidos les costaron $ 25 millones.

En resumen, la industria de la aviación se enfrenta a una serie de desafíos que van desde fallas tecnológicas y escasez de pilotos hasta el impacto del cambio climático, la volatilidad de los precios del petróleo y los cierres del gobierno.

Estos desafíos no solo afectan la eficiencia operativa y la rentabilidad de las aerolíneas, sino que también tienen implicaciones importantes para la seguridad y la reputación de la industria en su conjunto.

Para mantenerse resilientes en un entorno cada vez más complejo y cambiante, las aerolíneas deben adoptar estrategias proactivas para abordar estos desafíos, desde la modernización de la infraestructura tecnológica hasta la implementación de prácticas sostenibles y la gestión efectiva de la reputación. Al hacerlo, podrán navegar con éxito por los desafíos actuales y futuros y mantenerse a la vanguardia en un mercado global dinámico.

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